Capitulo Once.
Alexander se apresuró a dar pequeños golpecitos en su espalda, mientras la rubia lo veía con ojos saltones, hasta que finalmente pudo respirar con normalidad.
— Señor Thompson…
— Por favor, Sofía, dime Alexander o Alex, creo que ya hablamos lo de señor. — la rubia respiro con fuerza, dispuesta a llamarlo de otra forma que poco tenia que ver con su nombre. — Solo es un buen negocio, no trabajare en bienes raíces, pero este departamento no sale unos cuantos miles de dólares, vale mucho más, ¿Cómo harás para conseguir dicho dinero en cuanto…? ¿Dos semanas?, ¿tres como mucho? — las palabras de Alexander no solo lograron tranquilizar a Sofía, también la llevaron a recordar su maldita realidad, una semana, eso era lo que le quedaba para pagar la hipoteca. —Los términos del contrato solo variarían un poco, la cantidad de meses que tenía pensado el fingir nuestro noviazgo sería como mucho 6 meses, no creo que lleve más tiempo el que me den una fecha para el juicio sobre la tenencia de mi hijo,