Capitulo Catorce.
Sofia trabajo con la misma eficiencia que siempre lo hizo, quizás por contar con la experiencia ganada de meses atrás, cuando cada uno de sus compañeros la veían esperando un quiebre de su parte, por la muerte de su esposo, pero Sofia era más de las que se derrumbaban en silencio, por lo que simplemente continuo con lo suyo, olvidándose por un par de horas de todo el asunto, al igual que Alexander, quien no se olvidaba que su principal deber era volver a tener el control de todo, en especial de la empresa, por lo que por más que los veían y murmuraban, nada les afecto, la rubia ingreso en la oficina de su jefe, el tiempo justo como para recibir sus órdenes, teniendo la precaución de dejar la puerta abierta, aunque las persianas también lo estaban, y gracias a la gran pared de cristal todos podían ver que ella y Alexander solo estaban trabajando como cada día.
Hasta que la hora del almuerzo llego.
— Cariño, es hora de nuestra cita en Diamons. — solo eso dijo Alexander apareciendo a su