CROW
La observo en silencio mientras sale por la puerta. Con ese andar desafiante y la tensión acumulada en cada músculo de su cuerpo, como una fiera que sabe que no tiene salida de su jaula.
La dejo ir porque sé que necesita sentirse fuerte. Necesita pensar que aún tiene margen de maniobra, que no todo está perdido para ella. Pero lo que no sabe… es que cada paso que da dentro de este palacio está marcado por mí. Cada esquina. Cada salida. Cada sombra.
La tengo.
El sonido de la puerta al cerrarse me deja solo, y por un instante permanezco quieto con los ojos fijos en el punto donde la tuve presionada mientras ella me lanzaba esa mirada de fuego.
Respiro despacio y profundo, dejando que esa imagen suya se me grabe. La rabia contenida en su mirada, la furia ardiendo bajo su piel, y ese maldito deseo que su cuerpo ha empezado a despertar en ella. Aunque lo quiera negar.
Sonrío.
Todo eso la hace precisamente perfecta.
Tomo la carpeta de cuero y la abro una vez más. Paso las páginas una