Capítulo 30 Perfil bajo
El ambiente en la sala de reuniones era una bomba a punto de estallar. Fabricio había logrado su cometido inicial: suspender a Nicolás y desacreditarlo ante los inversionistas. Pero la jugada no estaba terminada. Fabián Mansilla, con su calma característica, se mantenía observando cada movimiento. No parecía nervioso, pero su presencia pesaba en la mesa.
—Bueno, Fabricio —dijo Fabián con una sonrisa de tiburón—. Si quieres sacar a Nicolás, muéstranos pruebas de que fue él quien cometió el error.
Fabricio se removió en su asiento. No esperaba que lo enfrentaran así de directo.
—Los planos hablan por sí solos —respondió, deslizando una carpeta sobre la mesa—. Aquí están las modificaciones que se hicieron en la obra.
Fabián hojeó los papeles con calma, luego alzó la mirada.
—¿Y por qué estos planos no coinciden con los originales aprobados?
Hubo un silencio sepulcral en la sala de reuniones .
Los inversionistas se miraron entre sí, sintiendo que algo no encajaba