Capítulo 8: Un respiro antes de la venganza.
La boda duraría hasta el amanecer. Había banquete, orquesta y un ejército de fotógrafos listos para capturar cada instante. Pero Lux y Thiago no se quedaron a presidir la fiesta. Con una elegancia estudiada, se retiraron antes que todos, dando inicio a la siguiente etapa del espectáculo: la luna de miel.
Thiago había planeado cada detalle con precisión. El destino elegido fue Cancún, la playa más reconocida de México, un paraíso donde el sol acariciaba la arena blanca y el mar turquesa parecía infinito. Allí, en un hotel de cinco estrellas, los esperaba la suite nupcial: un espacio de lujo con todas las comodidades imaginables, playa privada y piscina exclusiva. Un lugar donde no tendrían que salir jamás… a menos que lo desearan.
Pero Thiago no lo había organizado solo como un escape. Su verdadera intención era otra: conocer a Lux. Tenerla para él, aunque fuera solo por unos días. Sabía que ahora era su esposa, pero, eso no le aseguraba que pudiese llegarla a conocerla de manera cerca