22:02 hs. - Damián.
—Dime... ¿qué pasa?
—Ya termino. Espérame un momento.
Había juntado el valor necesario para enfrentar a Lau y me había presentado en su escritorio para así hacerlo. Iba a aceptar cualquier cosa que me fuera a decir, pero también me había decidido a decirle todo lo que yo pensaba también; desde lo de su relación inmoral con Santiago, hasta eso de ir dándole jarronazos a la gente por ahí.
—Ya está. Vamos —me ordenó. Estaba muy seria, mucho más de lo habitual.
La planta estaba a rebozar; era un día de muchísimo trabajo y se notaba. Santiago había vuelto hace rato y se había puesto a darle órdenes a todos los que tenía a su cargo. incluso Clara estaba desbordada de papeles. Mi equipo... o sea, el de Lau; ya había terminado con su parte y se habían desperdigado para colaborar con otros con más trabajo que nosotros. Y mi jefa aprovechó ese momento para tener esa "charla" conmigo.
Salimos del ajetreado lugar y me hizo seguirla hasta el ascensor. Ahí, para mi sorpresa, pre