03:00 hs. - Habitación de Damián y Salomé.
Todo estaba dispuesto para que Salomé concretara, por fin, su infidelidad con Fernando. Ya estaba mentalmente preparada y no quedaban más obstáculos que pudieran detenerla. Por su parte, Fernando estaba a punto de conseguir lo que quería. Él sabía bien que ese era el último paso para tener comiendo de su mano a la chica que tantos dolores de cabeza le había dado.
Sonriendo, Fernando le pidió a Salomé que se acercara a él. Ella se quitó la bata, despacio, haciéndola deslizar por su espalda, y se recostó encima de él. Ambos buscaron sus bocas y se fundieron en un beso tan deseado como húmedo. Ninguno de los dos quería seguir estirando el momento, así que él se retiró de abajo y la colocó a ella en ese lugar. Arrodillado ya en frente de su compañera, se palpó el pene para comprobar su lubricación y luego la tocó a ella para hacer lo mismo. Se notaba que todavía estaba nerviosa, así que él se inclinó un poco y la volvió a besar mientras la mastur