Estoy lista...
02:30 hs. - Salomé.
—Ya estoy listo, princesa. ¿Vos?
—Dame cinco minutos, por favor.
—Sí, no hay problema.
Tras intercambiar esas palabras con Fernando, me levanté de la cama, me puse una bata y fui a la cocina a beber un poco de agua. Inconscientemente estaba intentando de estirar lo máximo posible el momento. En el fondo lo sabía, como también sabía que ya no había vuelta atrás. Pero no me había arrepentido, ni mucho menos, era el miedo a lo desconocido lo que me mantenía en pausa. ¿Qué desconocido? Pues que nunca jamás había estado con otro hombre que no fuera Damián. Y eso me hacía ir en cámara lenta.
—Hola, Lunita. Ven —le dije a mi gata cuando se asomó por el pasillo.
La gata se quedó quieta en el lugar mirándome fijamente. La volví a llamar enseñándole los dedos pero tampoco me hizo caso. Normalmente no me hacía falta más de un intento para que Luna viniera a mi lado. Era muy cariñosa para ser un gato. Me puse de pie y me acerqué yo a ella para cogerla en mis brazos. No sé por