16:05 hs. - Salomé.
—¡Ya me voy, Fer! —grité desde mi habitación.
Estaba terminando de darme los últimos toque de maquillaje y vestimenta. Finalmente había decidido ir medianamente formal y terminé escogiendo una falda ejecutiva negra que me llegaba hasta las rodillas, una camisa blanca de mangas cortas y unas sandalias también blancas con unos pocos centímetros de tacón. El pelo me lo até en una simple coleta. Quedé muy satisfecha con el resultado.
Salí radiante de la habitación y me dirigí al salón. Me planté delante de Fernando esperando que dijera algo sobre mi aspecto.
—Preciosa —dijo apenas me vio.
—¡Eso no me vale! ¿Parezco una profesora o no?
—Ojalá yo hubiera tenido profesoras así... —dijo dando un leve bufido.
—