17:42 hs. — PERSPECTIVA: Damián.
Tanto ruido, tanto griterío en un día que supuestamente debía ser tranquilo. Personas moviéndose de un lado a otro, llamándose a voces desde la distancia y entorpeciendo la labor de los demás. Impresoras y fotocopiadoras funcionando a todo ritmo, las máquinas de café sirviendo sin tregua, el ruido de las teclas siendo aporreadas en el aire... No había paz por ningún lado.
—Revísame esto cuando puedas, Dami —me pidió Clara, que estaba tan estresada como yo.
—De acuerdo.
Necesitaba desconectar, pero así no podía. Había llegado antes a la oficina justamente para eso, para poder enfrascarme en mi trabajo y no tener que pensar en nada más, pero era imposible con tanto ajetreo a mi alrededor. Cada segundo en el que no me concentraba en lo que tenía delante,