Gracia

Me senté en el suelo en silencio, mirando fijamente la sangre que aún manchaba mis manos. Después de la avalancha de emociones, todo dentro de mí volvió a quedarse entumecido.

—Nos han pedido que te hagamos la vida imposible. —Reveló el Detective Morales, parado al otro lado de los barrotes.

—¿La familia de Esteban regresó del extranjero? —Pregunté.

—Quieren que sufras por haber lastimado al Señor Calderón. Eventualmente, traerán a algunas personas aquí dentro para torturarte .—Confesó, sin responder a mi pregunta.

Asentí, no esperaba menos de la familia Calderón. Esteban normalmente los mantenía fuera del país porque eran problemáticos, pero ahora que habían regresado y él no estaba consciente, harían todo lo posible para convertir mi vida en un infierno.

—No esperaba que fueras ese tipo de mujer. ¿Por qué le hiciste eso al Señor Calderón? —Suspiró.

No sabía por qué había venido, ni por qué era tan entrometido.

—Podrías haber huido en lugar de llamar a la policía y a la ambulan