Gracia
El camino de regreso a la casa de Tristán transcurrió en silencio. Le lancé miradas ocasionales y pude ver su mandíbula tensa y sus ojos clavados en la ventana con furia.
Lo que dijo Lucía era obviamente una mentira y eso lo había molestado. Antes había oído que ella también había matado a Sebastián Rivera.
Pero... si ella asesinó al hermano de Tristán, y él tiene el poder suficiente para hacerla pagar...
¿Por qué no está haciendo nada contra ella?
¿Qué está esperando?
—Deja de mirarme —murmuró Tristán.
Me sobresalté al darme cuenta de que esta vez no había apartado la vista.
Incómoda, giré hacia la ventana y observé cómo la Mansión Rivera se acercaba. Pensé que lo que había pasado hoy me dejaría alterada otra vez, pero de alguna manera, me las estaba arreglando mejor de lo que esperaba.
Una vez que Lucía esté adentro, Esteban hará todo lo posible para sacarla. Pero con la influencia de Tristán, no sería fácil.
Suspirando, me bajé del auto una vez que se detuvo en la entrada. Tr