Pasar el tiempo en la biblioteca haciendo los ejercicios no está mal, gracias a las explicaciones sencillas que me dejó Mena, los ejercicios se han vuelto realmente fáciles de hacer. Incluso me río de mí mismo al permitir que algo tan sencillo me volviera loco. Cuando el último ejercicio está completo, Beatrice llega con mis bocadillos favoritos y un poco de té para felicitarme por ser un buen niño y terminar todas mis tareas.
—Es extraño, ¿cuándo fue la última vez que tuve un día libre? —Pregunto mientras espero que ella me sirva el té —. Ya tengo mucho adelantado, y ahora no solo tengo el fin de semana libre sino que también hoy.
—Eso es bueno, joven amo. —Deja el té y el bocadillo listo para que los coma mientras me sonríe —. Tengo entendido que invitó a sus amigos, ¿desea que preparemos algo en especial?
—Es que todavía no sé qué les podría gustar a cada uno, decidí conocerlos poco a poco, pero vaya que es difícil. —Digo tomando el primer bocadillo —. A Dylan le gusta el piano, pe