49. El heredero de las sombras
El peso del legado es una cadena invisible: brilla como oro, pero aprieta como hierro.
El sol de la tarde caía sobre las colinas que rodeaban el viñedo Moretti. Los racimos maduros brillaban como joyas oscuras bajo la luz dorada, y el aire llevaba el perfume de la tierra húmeda y del vino recién prensado. A los ojos de un visitante, aquello podía parecer un paraíso; pero para Luca, era un territorio de guerra disfrazado de tradición.
Caminaba por el pasillo largo del edificio principal, donde los Moretti celebraban sus reuniones. Su porte era imponente: traje negro perfectamente ajustado, pasos firmes, la expresión fría que aprendió desde niño frente a un espejo. No había rastro de vacilación en sus gestos, aunque por dentro un fuego latente lo consumía.
En la sala, una larga mesa de roble estaba ocupada por hombres de todas las edades, los aliados y soldados más cercanos al clan. El murmullo cesó apenas Luca entró. Se sentó en la cabecera, el lugar que un día heredaría oficialmente d