21. Sangre en el viñedo
En la oscuridad de la traición, solo los fuertes deciden quién vive y quién muere.
El viñedo estaba sumido en sombras, y la brisa nocturna hacía crujir las hojas de las vides como un murmullo inquietante. La calma aparente del anochecer era traicionera: cada sonido, cada movimiento en la oscuridad podía significar peligro. Luca caminaba junto a Don Enzo por el camino central, con la mirada fija en los límites del viñedo. Los guardias habían reportado movimientos extraños, y el presentimiento de Luca no dejaba lugar a dudas: algo estaba por ocurrir.
-- Algo no está bien -- murmuró Luca, deteniéndose y observando con atención los árboles al norte --. Los guardias dicen que hay sombras moviéndose entre las viñas.
Don Enzo, apoyado en su bastón, miró a su hijo con gravedad. La tensión que sentía no podía ocultarse detrás de la autoridad que siempre demostraba.
-- Si mis instintos no me fallan -- dijo con voz grave --, los Vitali no vendrán a jugar esta vez. Esta noche será decisiva.
Un gr