Mundo ficciónIniciar sesiónLa palabra de Luciano resonó en la bóveda, suspendida en el aire cargado de polvo y traición, un eco sombrío que sellaba el destino de todos. En el instante posterior, el tiempo pareció detenerse, congelado en la instantánea de una mentira de décadas. Los ojos de Isabela seguían clavados en la fotografía, en la caligrafía que redefinía a su abuelo. Ya no era el rostro gentil del hombre que la llevaba en sus hombros, sino una imagen manchada por la sombra de una traición. Su mundo, ya precarizado, se fracturó en mil pedazos. El amor y el respeto que sentía por Pietro Moretti se desdibujaron, reemplazados por una confusión devastadora y un dolor agudo en el pecho.
Sin pensarlo, con un movimiento tan brusco como el filo de una navaja, Isabela le arrebató el libro de las manos a Alessandro. Sus dedos temblaban, no de rabia controlada, sino de la más pura incredul







