Mundo ficciónIniciar sesión"Tu torre no puede oírte. Y tú reina acaba de ser capturada."
Las palabras de Marco Bellini fueron un veneno helado inyectado directamente en la vena del triunfo de Isabela. El mundo, que un segundo antes había sido un torbellino de caos y escape, se redujo a la sonrisa depredadora de él y a la pequeña luz roja parpadeante de su inhibidor de señal, un rubí maligno que absorbía toda su esperanza. Estaba aislada. Desconectada. Atrapada.
—Un anillo muy... particular —dijo Bellini, su voz era una seda tranquila mientras daba un paso lánguido hacia ella, cerrando el pasillo. No la tocó. Aún no. Disfrutaba demasiado de su terror—. Déjame adivinar. Un escáner de polímero, activado por presión. Para la huella dactilar de nuestro querido Ricardo. Crees que has conseguido la llave de la caja de secretos. Qué inocente.
El pánico amenaz&oa







