Capitulo 18. El Dia del Técnico
La noche fue una tortura de vigilia. Cada hora que pasaba era un grano de arena cayendo en el reloj de arena que medía la seguridad de Abril. El sol que se alzó sobre Valleria no trajo consigo la luz, sino la urgencia implacable del "primer martes". El día D. Mi única oportunidad.
No había vuelta atrás. Mi fracasado intento de seducción había cambiado el aire entre Alessandro y yo. La tensión ya no era solo una corriente subterránea; era una tormenta eléctrica a punto de estallar. Me evitaba con una deliberación que era casi tan íntima como sus toques. El silencio en el ático era denso, pesado, cargado de palabras no dichas y posibilidades peligrosas.
Mi plan era simple en su concepción e increíblemente arriesgado en su ejecución. Elena me había dado la hora: el técnico llegaba a las diez en punto. Me había dado el método: una actualización de software. Y me había dado el punto débil: la presencia obligatoria de Alessandro. Durante esos minutos, la atención del león estaría dividida.