Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl salón se había transformado en escena de crimen.
El magistrado había ordenado que nadie saliera mientras examinaba el informe médico con escrutinio que hacía que cada segundo se sintiera como hora. Clara observaba cómo sus ojos se movían sobre las líneas, su expresión volviéndose más grave con cada párrafo.
—Arsénico —murmuró finalmente, levantando la vista—. Dosis suficiente para matar a un caballo. Administrada aproximadamente tres a cuatro horas antes de la muerte estimada.
Miró directamente a Clara.
—Señorita D'Armont, necesito que reconstruya esa noche. Cada detalle. Cada persona que vio. Cada momento desde e







