No entendía, dónde estaba, salió del cuarto y fue donde el dueño, este le dijo que no vio a Hernán desde la mañana anterior. Eso empezó a preocuparla más, no podía haber desaparecido así como así, salió disparada como loca, viendo a los alrededores, no estaba, Hernán no estaba, vio que el carro de Karina continuaba ahí así que se acercó.
—Karina, no está, mi novio no está— avisó intentando pensar positiva, seguro ya se había ido a trabajar, pero el no la dejaría tanto tiempo, no quería llorar pero el nudo en la garganta estaba ahí, imaginando lo peor.
—Tranquila Milenne, seguramente ya fue a trabajar— trató de ser lo más sensible posible, al notar que la menor estaba al borde del llanto —¿No tienen algún método por el que puedan comunicarse, como un celular?— la contraria negó así que Karina suspiró, evidentemente algo malo pasó.
—El, le pasó algo o me abandonó— Milenne susurró con los ojos inundados de lágrimas —el no me dejaría sola tanto tiempo, lo conozco y solo puedo pensa