44. Sencillamente perfecta
Anthony apretó los puños al escuchar a su cuñada hablar tan fríamente del accidente de Livia. ¿Cómo podía fingir tan bien delante de todo el mundo? Si le contaba a alguien lo que Addison maquinaba a escondidas, nadie le creería.
Addison se había encargado de que, durante años, el círculo social al que pertenecían, la vieran como la esposa perfecta. Amable, abnegada y dispuesta a seguir a su marido, incluso en las desavenencias.
Lo que Anthony no terminaba de entender era el carácter permisivo de su hermano. Livia también era su hija, ¿por qué no decía nada? ¿Por qué aceptaba todo lo que Addison dictaminaba?
El ruido del carro entrando y estacionando afuera hizo que Anthony continuara su camino al comedor. No quería verse sorprendido por nadie, no era conveniente. Él tenía una misión: descubrir la verdad detrás de la muerte de Olivia. Le debía a su madre descubrir a su asesino.
Sí, asesino. Anthony estaba seguro de que alguien mató a su madre, pero tenía que