72. Quédate
«Cásate conmigo»
La petición de Garrett quedó en el aire. Livia observaba en silencio el anillo en su dedo. Era precioso, tenía pequeños diamantes incrustados alrededor del centro, donde descansaba uno más grande.
—Tal vez no sea el mejor momento, Livia —. Él levantó el rostro y clavó la mirada en los ojos de ella, tratando de adivinar lo que pasaba por su cabeza en ese momento—. Pero no quiero esperar más tiempo, quisiera no regresar a Los Ángeles y vivir en una pequeña nube donde solo existamos los dos.
Livia parpadeó varias veces, el corazón se le estrujó dentro del pecho. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Ella deseaba lo mismo, pero no podían olvidarse de todo lo que dejaron atrás. Debían volver y terminar con lo que ya había iniciado. Sobre todo, esperar a que la sentencia de divorcio saliera.
Mientras Garrett continuara casado, un matrimonio entre ellos era impensable. Pero, ¿aceptaba convertirse en su esposa? En algún momento sería libre y entonces, ellos podrían