64. Tú y yo para siempre
64. Tú y yo siempre
La casa de la familia Ridley volvía a vestirse de gala. A ninguno de ellos le importaba el calor que ardía aquella noche. Todos tenían la cabeza en una sola cosa. El matrimonio de Nova y Knox.
Desde el segundo piso de la mansión, Nova tenía una vista privilegiada del jardín. La decoración era el sueño de cualquier novia. Mesas vestidas de blanco marfil, góndolas flotantes que iluminaban la noche y dejaba ver a los invitados que poco a poco iban haciendo acto de presencia.
Los nervios la hicieron temblar. Nova se lamió el labio que repentinamente se había secado. Los latidos de su corazón eran erráticos y su pulso se disparaba cada cierto tiempo. Ella estaba segura de que, si continuaba a así, su noche de bodas la pasaría en un hospital y no en la cama de un hotel como estaba previsto.
El pensamiento la hizo reír.
—Aléjate del balcón, Nova. Recuerda que el novio no puede ver a la novia antes de la boda —dijo Katia, llamándola para que se sentara frente al tocador. A