Mundo ficciónIniciar sesiónLa noche cayó sobre la ciudad. En la mansión había mucho movimiento, choferes alistando los autos, escoltas revisando cada detalle, sirvientes preparando las últimas órdenes.
Caroline descendió la escalera tomada del brazo de Leonardo. Su vestido azul medianoche brillaba bajo las lámparas de cristal, pero sus ojos permanecían apagados. A cada paso sentía la presión de la mirada de todos. - “Hoy todos recordarán que eres mía, y en la noche empezaremos a concebir a nuestro heredero”, susurró Leonardo, abrochando con fuerza su mano en la de ella. - “No estoy lista, ni quiero”, respondió Caroline en voz baja, sin apartar la vista del suelo. - “No tienes que estarlo. Es una orden, no una opción”, contestó él con frialdad. Mariano apareció en el vestíbulo, impecable con un traje oscuro. - “Los alcanzo más tarde”, dijo Mariano con natur






