Aunque el encuentro con una de las chicas del amigo de Alexander Sidorov no le rindió frutos, Emilia se levantó a la mañana siguiente con una resolución más firme.
De hecho, echó la discreción al basurero y decidió ser más directa. No solo con las chicas que identificó como posibles víctimas o como trabajadoras sexuales; también fue más osada a la hora de preguntar sobre las empleadas más antiguas del club. Tristemente, la vida laboral del club era bastante corta. Excluyendo algunas excepciones, a la mayoría de los clientes les gustaban las jovencitas de aire universitario; es decir, el rango de edad favorito eran las menores de veinticinco.
Eso significaba que era muy posible que las personas que pudieron ver a Ana, no estuviesen más allí.
Sin embargo, eso no la detuvo. Identificó a las personas que tenían más tiempo allí, desde camareros hasta empleados de limpieza; y con toda la mesura de la que fue capaz, comenzó a hacer preguntas.
¿Recuerdas a alguna chica que haya desaparecido d