Alicia abrió los ojos quizás habían pasado como mucho unos 30 minutos, alzó la mirada encontrándose con él apuesto rostro de Dante, él hombre estaba tan relajado, no era el hombre que ella había conocido, aquel que la obligó a comprometerse con él, pero sabe perfectamente que ella no pertenece a aquel mundo de fantasía que ella misma había creado en estos días. Mucho menos con la presencia de Montserrat y pensar en ella hace que su corazón se apriete, ni siquiera sintió esa punzada cuando se entero que Viviana y Marcus eran amantes, aunque aquello fue doloroso la sensación de ahora era distinto, tan distinto tanto que la aterra, pero su pregunta era ¿Qué podía hacer ella? ¿Huir? O ¿Dejar que esto fluya hasta que el globo que la lleva se pinché? Alicia suspira con pesar, no tenía la valentía para enfrentar esta situación, con cuidado se acomoda mejor en los brazos de Dante.
Cuando la mañana había llegado Alicia abre los ojos y de inmediato se percata de que Dante ya no estaba allí, ell