85. La noticia que desarmó a Santiago
En cuanto Eryx salió del galpón, la humedad de la noche lo golpeó en el rostro como un balde de agua helada, pero no se detuvo, caminó con Eidan en brazos hacia su auto. El pequeño todavía dormía, ajeno a todo.
Eryx lo miró, con el corazón estrangulado.
—Papá está aquí —susurró.
Lo acomodó en su silla especial del auto, asegurándose de que nada estuviera fuera de lugar. Revisó cada cinturón, cada broche, cada detalle, como si de eso dependiera mantenerlo respirando.
Antes de subirse, cerró los ojos un segundo.
Necesitaba controlar la furia, necesitaba volver al hospital sin que Shaya lo viera quebrado.
Pero la frase seguía resonando en su mente.
“Claudia dijo que es Santiago Pavón.”
¿Santiago? ¿El hombre que había humillado a Shaya? ¿El hombre que la destruyó emocionalmente? ¿Que se atrevió a besarla sin su consentimiento mientras dormía en el hospital?
¿Ese miserable tenía algo que ver?
Eryx no sabía qué dolía más, la idea de que fuera cierto… o la idea de que Claudia estuviera inten