No, no irían por ese lado. No romance, debía aclararlo cada vez que esa palabra apareciera:
REGINA. No es un romance. Los términos entre ambos están claros.Es un vínculo de mutuo acuerdo para disfrutar del sexo.
Quería evitar que la ilusión de una relación romántica se filtrara en su mente y en cualquier conversación que tuviera que ver con Milo. No quería olvidar que había especificado con claridad en qué consistía y no había compromiso sentimental. No podía darse el lujo de pensarlo siquiera como remota posibilidad.
SHARON. Vale. Pero no te exonera de contarme. Tenemos que juntarnos.
REGINA. Tengo una semana complicada. Bratt se ha propuesto llenar los huecos y me ha asignado horarios cortados.
SHARON. ¡Ese cabrón! Deberías renunciar.
REGINA. Necesito trabajar. Es lo que hay. Al menos por ahora.
SHARON. También tengo unos días complicados. Algunas compañeras han enfermado y tuve que asumir sus guardias. Cuando nos veamos tendremos los ojos detrás de la nuca. Pero, dime, ¿en qué qued