CAPITULO 21 Irrespetuosos y egoístas.
REGINA
Bostezó una vez más, vez mientras dejaba la orden de la mesa 6 en el pincho para que el cocinero preparara la comida. La voz de Bratt, insidiosa y chillona, la interpeló.
—¿Estás descansando poco? Tal vez sales demasiado. ¿O es que has conseguido algún hombre que te folle?
Desagradable y imbécil, eso era él, entre otras cosas. Odiaba las licencias que se tomaba con ella, cada vez más.
—No es asunto tuyo—cortó seca y brusca.
—Me preocupo por ti—él chasqueó su lengua—. Sabes que estaría encantado de tenerte en mi cama, estoy a tu disposición.
Lo ignoró esta vez y se movió ante el ladrido de Sean, el cocinero, para tomar la orden y llevarla al grupo de mujeres que se apiñaban en una de las mesas. Estaba cansada, aunque esto no tenía que ver con agotamiento laboral exclusivamente. Era el sexo, practicado en cantidad y calidad, que le hacía doler músculos que no recordaba tener. <<Milo>>, pensó. Ese hombre había logrado despertar todos sus sentidos, acariciando y besando todo a su p