Aunque muera en el intento.
Tenía media hora de haber regresado a su mansión, en vez de subir a la habitación que en las últimas semanas había compartido con ella, dejo caer su cuerpo en uno de los escalones de la escalera...con la vista fija en la puerta.
La maga no dejaba de pasar constantemente de un lado a otro, en línea recta. Le parecía que después de regresar de atender a su madre y a la bruja. Llevaba al menos media hora en esa dinámica.
—¿Es un ritual de las brujas místicas?.—Dijo ya cansado de verla.
—¡Espera y entenderás!. No tarda en llegar.
Se veía urgida, susurrante al aire. Prefirió ignorarla, agachar el rostro, cerrar los ojos para encontrarse nuevamente con la figura de su diabla en la memoria. Junto al lamento de no haberle dicho lo mucho que significaba para el aún cuando no estaba claro su vínculo.
—¿Qué haces aquí?.—El ruido de la puerta al abrirse bruscamente, más la pregunta de la maga casi de la nada, lo hicieron levantar el rostro y ponerse alerta.
Había otras presencia cerca. Inquiet