LA CHICA DEL VIOLÍN. CAPÍTULO 16. ¡Lo vas a necesitar!
No, ciertamente no era aburrido compartir con la familia Di Sávallo. Para empezar eran muchos, y para terminar todos estaban locos, no importaba lo juiciosos que parecieran por fuera. Eran como un pequeño ejército de locos que se entendían a la perfección.
—¡Wow! ¿Cómo haces para que esta banda de desquiciados te obedezca? —preguntó Lucio varias horas después.
—Mi hermano y yo somos los mayores de todos los primos. Stefano se impone con el carácter y yo sé hacer un muy buen uso del arco del violín —dijo Maya levantando una ceja divertida—. ¿Tienes idea de cuántos les he roto en esas cabezas duras?
Lucio rio con ganas y subió las dos pequeñas maletas a una de las camionetas que los estaba esperando en el hangar privado. La caravana salió hacia la mansión familiar y Lucio se dio cuenta de que ellos no necesitaban invitados externos para una boda.
—Bueno, recuérdame quién se casa a ver si no meto la pata de nuevo —pidió él.
—Mi prima Cara... con mi primo Alex —dijo Maya como si fuera