Rápidamente puse la serpiente dentro del armario y cerré con llave.
Después de hacerlo, se me erizó toda la piel.
Al igual que Valerie, yo también detesto esas criaturas viscosas.
Cuando volví al set, Camila estaba grabando una escena y Carlos permanecía a su lado.
Sin mostrar expresión, me dirigí a la zona de visitantes y en cuanto me senté, Carlos se acercó.
Se sentó junto a mí y pasó un buen rato en silencio.
Yo tampoco tenía intención de hablarle.
Me volteé un poco, sin ganas de mirarlo siquiera.
Después de un buen rato, al fin habló, con una voz llena de tristeza:
—Papá volvió a meterse en líos estos días, perdió mucho dinero. Los acreedores vienen a casa a cada rato, incluso sus amantes vinieron a buscarnos. Estoy tan decepcionado de él que ya ni quiero ayudarlo, pienso dejarlo a su suerte. Pero al final… sigue siendo nuestro padre.
Cuando escuché eso, mi espalda se tensó sin querer.
Hace unos días Asher ya me había informado de que habían comenzado a tenderle la trampa a mi padr