Capítulo 738
Valerie estaba desesperada.

Me miró con los ojos llenos de angustia y hasta culpa.

Yo solo le devolví una sonrisa, tratando de calmarla.

Debía hacer cualquier cosa menos acercármeles, porque entonces Alan estaría aún más convencido de que los niños eran de Mateo.

¡Ay!

Jamás pensé que el candidato de Valerie terminaría siendo Alan.

El mundo es demasiado pequeño.

Alan ya no le prestó más atención a Valerie.

Sujetó los hombros de Embi y le dijo con seriedad:

—Niño, tienes que decirme la verdad, ¿ella es tu mami?

Embi apretó sus labios, con la carita llena de dudas.

Alan le sonrió:

—No puedes mentir, eso es de niños malos.

Entonces Embi abrió despacio la boca y dijo lentamente:

—Sí, es mi mami, y la madrina de mi hermano.

—¡Jajajaja… madrina! —se rio Alan, muy satisfecho.

—Así que solo eres su madrina.

Valerie estaba a punto de explotar; tomó a los niños de la mano para irse, pero él los detuvo.

—¿A dónde van? Estamos en plena cita.

—¡Métete tu cita por donde te quepa! Yo me voy, ni debí h
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