Mi mamá antes quería mucho a mi papá.
Lo quería tanto que todo su mundo giraba alrededor de él.
Pero ahora, lo único que siente es odio. Eso demuestra cuánto la lastimó.
Después de calmarla, salí de la habitación y vi a mi papá con Carlos en el pasillo, como si me estuvieran esperando para hablar.
Me acerqué y le pregunté a mi papá, con tono serio:
—¿A qué viniste?
Mi papá suspiró y, con cara triste, dijo:
—No me imaginé que tu mamá estaría tan mal… ¿Por qué no me dijeron nada?
Carlos se rio de lo irónico que era eso, y le contestó:
—¿Para qué? Acaso ¿si te lo decíamos ibas a dejar a tu amante y volver con nosotros? ¿O será que con eso ella se iba a curar mágicamente? Al final, mamá se enfermó por tu culpa. Haznos un favor y vete, deja de fingir que te importa.
—¡Tú, tú…! ¿Cómo te atreves a hablarle así a tu padre?! —respondió él, furioso.
Le hice una seña a Carlos para que parara.
Miré a mi papá y le pregunté:
—Eso que dijiste sobre donarle a mamá un riñón, ¿es cierto?
—Claro que si —