Después de decir eso, mi mamá miró a mi hermano y le preguntó:
—¿Qué tal? ¿Tu novia va a venir?
Mi hermano respondió:
—Hace un rato llamé a Mayi, está ocupada y no sabe si tendrá tiempo, más tarde le pregunto otra vez.
Mi mamá no dijo nada más, y yo tampoco.
Mi hermano explicó:
—Mayi es enfermera, a veces le tocan turnos nocturnos. Trabaja mucho, así que...
—Está bien, te entiendo, hijo.
Luego me miró y dijo:
—Voy a ir a verla a ver cómo va y si termina antes, la traigo.
Asentí.
Después de que salió, fui a la cocina a ayudar a mi mamá a preparar las verduras que habíamos comprado.
Eran tantas que solo lavarlas nos iba a tomar como una hora.
De pronto, mi mamá suspiró.
La miré, intrigada.
—¿Qué pasó, mamá?
Ella me miró y dijo, seria:
—Tu hermano está demasiado metido en esa relación. Solo espero que esa muchacha sea honesta y que valga la pena. Si no... podría romperle el corazón.
Apreté los labios, eso también me preocupaba.
Antes no lo veía así, pero ahora me di cuenta de que mi herma