Capítulo 1548
Salí corriendo del hospital, sin aire y con los ojos llenos de lágrimas. En la vereda, me dejé caer temblando, con la mano en la boca y llorando sin poder contenerme.

Perdón, Mateo. Perdón...

¿Qué debía hacer? Después de lo que pasó con Javier, yo ya no podía estar bien con Mateo. Entonces, ¿qué se suponía que hiciera para no lastimarlo, para no verlo tan destrozado? Pensé que, después de deshacernos de Camila, por fin podríamos estar bien. Pero ¿por qué tuvo que pasar esto? ¿Por qué? Cada vez que la felicidad parecía estar a un paso, siempre se desmoronaba justo antes.

Por un buen rato, estuve sentada frente al hospital. Desesperada por saber cómo seguía Mateo, pero al mismo tiempo sin atreverme a verlo. No fue hasta el mediodía que Alan salió. Enseguida corrí hacia él.

Asustado y extrañado, Alan me vio. Cuando me reconoció, su cara cambió para mal y de inmediato me agarró del brazo.

—Ah, viniste. Anda, rápido, sube conmigo a ver a Mateo.

Hice un esfuerzo por soltarme, con la voz temb
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