Camila guardó silencio de inmediato. Probablemente estaba sorprendida.
—Carlos, ¡yo no hice nada! ¿Acaso alguien te dijo algo? ¿Fue tu hermana? ¿Fue ella la que inventó que yo estaba con Bruno? ¡No sería la primera vez que inventa algo sobre mí y Bruno! Yo sabía que tú siempre la ibas a creer a ella. Nunca estuviste de verdad de mi lado —comenzó a refutar.
Me daba risa.
Mírenla. Los que habían hecho algo malo, siempre reaccionaban igual: primero gritaban, atacaban y culpaban al otro. Si Carlos no hubiera visto esas fotos con sus propios ojos, ahora mismo estaría siendo manipulado por ella otra vez.
Carlos se rio con tristeza:
—Esto no tiene nada que ver con Aurora. Ella y Javier estuvieron todo el día y la noche en casa de Mateo. Ella no sabía nada. ¡Fui yo! Yo, que ayer en la mañana, preocupado por ti… te seguí en secreto. Y… y los vi… a ti y a Bruno… besándose con tanta pasión.
No se escuchó ni un sonido de Camila. Seguramente estaba pensando en qué excusa usar. Esta mujer siempre