Capítulo 1325
—Entonces regresamos directo a casa. —¿Quieres que Javier te revise? —dijo mi padre, preocupado.

Me pareció bien, así que asentí.

Cuando volvimos a la casa, solo Javier estaba allí.

Estaba sentado frente a la mesa del comedor, mirando las bandejas de comida sin tocarlas, perdido en sus pensamientos.

Mi padre y yo entramos, y pasaron varios segundos antes de que reaccionara. Se levantó enseguida y vino hacia mí.

—Aurora, ya volviste —dijo con una sonrisa forzada.

Le devolví la sonrisa y asentí.

Me miró un instante el abdomen, luego me tomó de la mano y me llevó hacia la mesa.

Mi padre se sentó a su lado y, nervioso, dijo:

—Revísala, Javier, mírala cómo está. Tiene la cara pálida y hace un momento se sintió mal del estómago. Me preocupa que sea una intoxicación.

Javier me miró con atención.

Tal vez fue impresión mía, pero noté que se tensaba y que algo le chocaba por dentro.

Extendió una mano, palpó suavemente la zona de mi estómago y después apoyó la palma sobre mi vientre.

Me quedé inm
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