Él, Izan De Luca, el hijo menor de Fabricio De Luca, un mafioso que es perseguido por Mateo Morelli, un agente de la CIA quien busca hacer justicia. Ella, por otro lado, Mia Morelli, la hija Federico Morelli, un importante empresario en la ciudad de Las Vegas, Nevada y sobrina de Mateo. El destino hizo que Izan y Mia se conocieran hace dos años sin saber quiénes eran y desde la primera vez que se vieron, se enamoraron. El romance entre ellos es su mejor secreto, ya que no solamente el tío de Mia es el enemigo número uno de la familia De Luca, si no que tanto Izan como Mia están comprometidos por obligación con gente que no aman y a pesar de que ambos intentan huir a esos compromisos, la situación no es nada fácil.
Leer másJugamos a ser felices, a que nada nos importe y que olvidemos todo, una noche más con estas cuatro paredes como testigo de nuestro amor infinito, es sentir su piel sobre mi piel y tener la sensación de que toco el cielo con la punta de mis dedos, cada movimiento suyo en mi es perfecto y solo puedo soñar con detener el tiempo ahora mismo. Solo él es capaz de hacerme sentir todo esto, su cuerpo tiene la llave que abre todos mis sentidos y me hace enloquecer al punto que debo morder su hombro para callar mis gemidos, me dejo llevar de su mano a ese sitio tan perfecto donde nos olvidamos quienes somos y que todo esto no debería ser.
—Te amo Mia. — dice sobre mis labios mientras que su cuerpo se deshace de placer junto al mío.
Mi respiración es errante al igual que mis pensamientos, pero lo que siento por él nunca lo dudare —yo también te amo Izan. — digo mientras que mis dedos se pasean por ese sensual tatuaje que tiene en el centro de su espalda alta y que tanto me gusta. Vuelve a grabar la huella de sus labios sobre los míos en medio de un beso intenso y luego levanta su rostro un poco, mira el reloj que esta sobre la mesita de noche y su gesto lo dice todo. —ya tienes que irte, ¿no? — pregunto con tristeza.
Él sale de mi cuidadosamente, se acomoda a mi lado sobre esta cama que en poco tiempo se volverá un tempano de hielo y me abraza a él. —no quisiera hacerlo. — me susurra —pero, sabes que debo si es que queremos seguir juntos. —
—Lo sé…— sentencio y sin poder evitarlo, apoyo mi oído sobre su pecho, mas precisamente donde está su corazón y me quedo escuchando el ritmo errático de sus latidos —me encanta escuchar tú corazón después de hacer el amor. — murmuro.
Lo escucho reírse bajito y sonrió —lo vuelves loco al pobre, quiere salirse de mi pecho cada vez que estoy contigo. — me susurra a la vez que sus largos dedos se enredan en mi cabello y lo acomoda. Suspira y se que se acerca el adiós… «cuanto odio este momento…»
—Como desearía que no fuéramos quienes somos…— digo y si, de la felicidad paso a esto cada noche que estamos juntos y así es desde hace dos años «ya debería estar acostumbrada.»
—Mi amor, desearía tanto que las cosas fueran diferentes…— murmura.
—Lo sé… mejor vete antes que te empiecen a buscar. — le pido y es que prefiero tenerlo, aunque sea así de a momentos que no tenerlo nunca.
Me separo de él, me siento en el borde de la cama y busco mi ropa en el suelo para comenzar a vestirme —¿puedes escaparte el fin de semana conmigo? — me pregunta de la nada y volteo a mirarlo un poco confundida.
—¿Qué? — pregunto.
Él se pone de pie, se coloca su bóxer y sonríe —tengo que ir a cerrar un negocio de mi padre a Miami, quizás podías venir conmigo. —
—¿Solo? — pregunto con dudas.
—El piloto, mi guardaespaldas y yo, y como sabes, ellos ya te conocen. — me explica.
—Los únicos que me conocen. — corrijo.
—Exacto. — afirma —¿vienes? — insiste mientras ahora se coloca el pantalón.
—Déjame intentar escapar de Santiago, veré si Micaela se presta para decir que estoy con ella. — explico.
Izan camina hacia mí con su pantalón aun desabrochado y la imagen es de las mas sensuales que puedan llegar a existir en la tierra. Es tan guapo… muero con esos ojos verdes que me miran de esa manera, con su cabello negro azabache desordenado a causa de mis dedos, con esa barba tan masculina y con esos músculos armoniosos que hacen que su cuerpo parezca una escultura…
—Muero por tenerte un fin de semana sola para mí. — me dice sujetando mi rostro delicadamente y luego vuelve a besarme dejando fuego en mis labios.
—Y yo por no tener que irme de tu lado… hare todo lo que pueda, lo juro. — respondo y sonríe.
—Te amo. —
—Yo más. — respondo y volvemos a separarnos para terminar de vestirnos, él se coloca la ropa con la que vino esta noche y yo simplemente me coloco mi camisón.
—¿Te quedaras aquí esta noche? — me pregunta mientras recoge su celular y billetera.
—Si, no tengo ganas de ir a mi departamento, ya es tarde. — explico y sonríe.
—Mejor, no me gusta que andes sola por la calle a esta hora y llevarte cerca de donde puede aparecer tu prometido o alguien de tu familia no es muy conveniente. — comenta con culpa.
—No te preocupes, estaré bien. — digo volviéndome a acomodar en la cama.
—Creo que Aida dejo comida en el refrigerador. — explica.
—¿Puedes dejar de preocuparte tanto? Yo puedo encargarme de cualquier cosa que falte en esta casa. — le recuerdo y sonríe.
Se acerca a mí, me vuelve a besar —siempre me preocupare por ti, eres el amor de mi vida Mia Morelli. — dice sobre mis labios.
—Y tú el mío, Izan De Luca…— rebato y llevo mis manos alrededor de su cuello.
—Piensa lo de Miami. —
—Lo hare amor, ahora mejor vete, no lo arruinemos todo. — le pido y se que, si esta noche no se va de aquí, todo esto que llevamos cuidando durante dos años podría verse en peligro.
—Chau. — dice finalmente.
—Bye…— respondo y no me queda mas que verlo salir de esta habitación donde tantas veces somos felices, pero tantas otras me quedo con este vacío queriendo que las murallas que nos separan no existan más.
Escucho la puerta de entrada de la casa cerrándose mientras me abrazo a la almohada y no dejo de pensar en nuestro encuentro, en aquella noche donde el amor se apodero de nosotros sin saber ni siquiera nuestros nombres y cuando los supimos, ya era tarde, estábamos tan enamorados que no pudimos separarnos. Quizás es nuestro destino vivir así, guardar este amor como nuestro mejor secreto.
[IZAN]Un año despuésNuestro camino durante este ultimo año ha sido increíble, vivir el embarazo de Tiziano desde el minuto uno fue una experiencia única que me lleno de sentimientos nuevos que provocaron que pudiera cumplir uno de mis mayores sueños; convertirme en escritor. No sé ni siquiera como es que ha sucedido… comencé a plasmar algunas letras a la mañana siguiente de enterarme que sería papá nuevamente, y de allí nació una serie de narrativas que poco a poco fui uniendo y que cuenta la historia de un hombre y una mujer que estaban sumamente enamorados, pero que aquel amor era prácticamente imposible, y por ende se veían a escondidas en un departamento en el centro de una ciudad muy habitada de los Estados Unidos.Nadie lo sabe porque no use mi nombre ni el de mía, pero en aquel libro conté nuestra historia, devele nuestro mejor s
[MIA]Seis meses después:Hace seis meses que lo dejamos todo atrás, es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Nuestras pequeña, ya no es tan pequeña, bueno, al menos no como quisiera yo… ya se esta gateando y de a poco va balbuceando algunas cosas que nos roba las sonrisas más sinceras a su padre y a mi. Es extraño vernos tan libres, poder ir a la playa sin miedo a que alguien nos vea, besarnos en cualquier sitio y poder hacer planes de vida, claro… todo esto mientras que no incluya a nadie de nuestro pasado.Nos hemos adaptado muy bien a nuestra nueva vida como dueños de un restaurante, contratamos a una pareja de chefs increíbles que nos ayudan con todo lo relacionado a la cocina mientras que nosotros nos encargamos de todo el área administrativa, se podría decir que hacemos un equipo perfecto. La gente ama el lugar por el ambiente, la comida y bueno, alguna que
[IZAN] Al día siguiente Hace apenas un par de horas que el avión ha aterrizado en Palermo Italia tal y como el agente Fernández nos había asegurado y aquí estamos en un oficina donde se nos esta siendo entregado todo lo necesario para comenzar una nueva vida. Cuando hice el acuerdo con Mateo para ayudarlo a capturar a mi padre y a mi hermano, él nunca me dijo que haría algo como lo que esta ocurriendo ahora… y es que frente a nosotros es abierto un maletín con una cantidad de dinero que jamás pensé que iba a ver en mi vida, uno que hace que Mia y yo nos miremos mutuamente —¿Y esto?— Preguntamos al unísono. —Se los envía Mateo, es parte del dinero que se le incauto a tu familia, hizo un acuerdo con la CIA para que pudieran dártelo y que ustedes pudieran tener una vida tranquila, después de todo perdieron su estilo de vida por ayudarlos— Explica y sonrió. —Que amables— Comento sarcásticamente. —La propiedad donde estarán viviendo es acorde a su
[IZAN]Al día siguienteDespedirnos de Mateo en el hospital no ha sido nada fácil, pero así fueron “las reglas del juego” tal y como él las llamo y es que aquí termino su parte en esta historia según nos explico. A partir de ahora quedamos en manos del programa de protección de testigos y ni siquiera él sabrá de nosotros, algo que nos da un poco de tristeza ya que significa alejarnos de absolutamente todos nuestros conocidos. Mia lo abraza, se despide de él y le hace ver a nuestra hija una ultima vez para que yo después haga lo mismo y de esta manera salimos custodiados por varios hombres que nos llevan por una salida trasera del hospital tal y como si fuéramos dos de los políticos más importantes del país o algo así. Yo tan solo observo a nuestra hija en brazos de ella y a pesar de que todavía estoy un poco convaleciente, intento ser lo m&
[IZAN]2 días despuésEl piso de este hospital esta completamente custodiado por la gente Mateo y el único que ha podido entrar y solo después de haber pasado por una inspección exhaustiva ha sido el padre de Mia. Es claro que no está feliz que este con un tipo como yo quien cuenta con un árbol genealógico lleno de mafiosos que han puesto en peligro la vida de su hija, pero él no se queda atrás. La obligo a mantener una relación con un tipo que por poco la mata y todo por unos negocios.—Tienes diez minutos Federico— Le informa Mateo antes de salir de la habitación donde nos encontramos Mia, nuestra hija, y yo, y si, la gente del hospital ha hecho una excepción y han puesto mi cama al lado de la de Mia para que me termine de recuperar aquí.—Es mi hija, no te olvides— Le reclama molesto.—Una que vendiste por
[MÍA]Sin duda alguna este dolor que estoy sintiendo en estos momentos es el más hermoso de todos, siento que todo lo vivido ha merecido la pena, pero me hace falta él. No quiero que nuestra hija nazca sin que Izan este con nosotras —Mia, debes empezar a pujar— Me indica el doctor, pero niego con la cabeza.—¡Necesito a mi esposo! — Exclamo, pero las contracciones son cada vez más fuertes.—La niña no puede esperar, por favor, puja— Informa y mi llanto ya no sé si es por el dolor o porque él no esta aquí.Me da rabia que toda nuestra vida haya sido manejada al antojo de nuestras familias y de por quienes somos, y que incluso nos hayan hecho perder de este momento juntos. Todo eso pasa por mi cabeza en medio del dolor, cuando de repente siento una mano sujetando la mía —Aquí estoy belleza mía, no te iba a dejar sola— Escucho su
Último capítulo