8. Nuestro Amor a “Medias”

[IZAN]

Moverme en ella mientras que calla sus gemidos mordiendo mi hombro es un delirio que ínsita a ir por mas, la sujeto fuerte entre mis brazos y hago que volvamos a rodar en esta cama donde la leve turbulencia hace todo un poco más excitante —solo espero que no se caiga el avión en estos momentos. — bromea cuando ahora ella está arriba mía y reímos. 

—Este avión tiene gasolina para rato aun…— le digo provocativamente y me besa para luego morder mis labios.

—Lo sé, tu nunca me fallas mi chico malo…— murmura y suelta mi boca para acomodarse mejor apoyando sus manos sobre mi pecho y arqueando su espalda un poco. 

—Así…— digo con mis manos en su cintura cuando ella comienza a moverse de manera exquisita sobre mí. 

Me posee a su gusto y yo no solo disfruto del placer que inflige en mí, sino que de la sensual vista que es verla excitada y desnuda encima mío. Una de mis manos libera su cintura para explorar su bella anatomía concentrándose en sus pechos —ahhhh…— dice entre jadeos que me matan de placer y se vuelve a inclinar hacia mí para besarme —me vengo…— advierte sobre mis labios y el ritmo de sus caderas se hace un poco más lento provocando una ola de placer que me consume. 

—Déjate llevar mi amor…— le respondo sujetando su rostro con una de mis manos y ubicando la otra en la parte baja de su espalda justo en el límite de su trasero. 

Sus movimientos más precisos me incitan a seguirla a la gloria y en medio de gemidos que callamos a besos, llegamos a un intenso orgasmo que nos hace sonreír sobre los labios del otro —te amo con mi vida. — me dice agitada y me besa una vez más.

—y tú eres mi vida. — rebato aun falto de aire y lentamente ella se separa de mi para acostarse a mi lado. —ven. — le pido estirando mi brazo para abrazarla a mí. 

—Espero que no nos hayan escuchado. — comenta divertida y rio.

—Preciosa, créeme que saben que no estamos durmiendo una siesta. — bromeo mirándola a los ojos y verla sonreír como lo hace ahora es lo que quisiera hacer todos los días de mi vida. 

—Lo se… pero que nos escuchen es otra cosa. — se defiende y el beso que deja en mi pecho me hace sonreír. —qué lindo es tenerte así…— murmura y vuelve a dejar otro beso, pero esta vez más cerca de mis hombros. 

—A mi también me gusta tenerte así, disfruto de cada instante que tenemos juntos…— le digo y antes de que pueda continuar, su boca ahora besa mi cuello. —¿Qué haces belleza mía? — pregunto entre risas.

—Comerte a besos…— murmura pícaramente y continua con su maléfico juego hasta que vuelvo a perderme en el mar de su perfecta manera de amarme.

[…]

Después de un viaje lleno de juegos “permitidos” en aquella habitación del avión, finalmente aterrizamos en la húmeda y caliente ciudad de Miami, no es que estemos en otro país, ni siquiera demasiado lejos de Las Vegas, pero esta pequeña huida era la bocanada de oxígeno que sé que necesitábamos los dos. Este fin de semana no quiero que pensemos en Santiago, en Giovanna, ni en bodas que nos ataran a ellos, solo quiero que seamos los dos, libres y felices.

—¡Hello Miami! — dice apenas bajamos del avión y ríe como si hubiéramos llegado a nuestro paraíso personal. 

—Amo verte así. — le digo tomándola por la cintura y la pego a mi cuerpo —la pasaremos increíble…— 

—No lo dudo…— me responde y muerde su labio inferior haciéndome sonreír.

—¿Vamos al hotel? Tiene playa privada. — explico.

—Vamos… ¿y podemos ir a bailar esta noche? — me pregunta como niña pequeña y sonrió.

—Podemos hacer todo lo que tú quieras… solo que mañana por la noche ya tengo planes para nosotros. — le comento.

—Está bien… ¿y tú reunión? — cuestiona.

—Mañana al mediodía… ahora ven, vamos…—

—¡Que comience la diversión! — exclama y no puedo más que amar cada detalle perfecto suyo. 

La tomo de la mano y la llevo así sin soltarla hasta el auto que espera por nosotros dos. Es tan perfecta la vida cuando estamos juntos y tan dura la verdad cuando debemos afrontarla, no sé qué hare si no encuentro la manera de que terminemos con todo aquello que nos separa, no quiero seguir viviendo nuestro amor a medias, pero tampoco estoy dispuesto a no tenerla ni siquiera de esa manera. Sé que si alguien supiera de esto diría que estamos locos, pero la realidad es que no podemos estar separado así nos obliguen a formar una “familia” junto a quienes no queremos. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo