POV León
El tiempo pasa tan rápido y a la vez tan lento. Han pasado tres meses ya y sigo sin encontrar una salida para poder sacar a Evolet de aquí.
La verdad, estoy harto de ver cómo Riccardo siempre está pegado a ella. Y tengo que conformarme con verlos juntos, pero solo muero de rabia. Aunque también he notado que Riccardo le ha dado algunos conocimientos de nuestros negocios y eso es muy raro; no entiendo qué trame él o qué trame Evolet.
Estoy en mi habitación haciendo lagartijas. Debo de mantenerme en forma y fuerte. Algo ronda mi cabeza haciéndome pensar en un millón de cosas y todas son las preguntas que Evolet me ha hecho.
Dejo de hacer lagartijas y me acuesto sobre mi espalda en mi piso. Miro el techo de mi habitación.
—Me gustaría decirte la verdad, pero eso te puede costar la vida.
Escucho que alguien toca la puerta y volteo a ver. Miro que entra Lucio.
—¿Qué quieres, Lucio? No miraste el letrero de no molestar. —Le recuerdo.
—Claro que lo miré. Pero el jefe