Capítulo 76 No puede dormir sin ella.
Raina no durmió en toda la noche.
Hacía mucho que no sufría de insomnio, pero la situación de su abuela la tenía tan ansiosa y angustiada que empezó a afectarle el descanso.
Eso no era buena señal.
Se sentía incómoda, le daba miedo volver a esos tiempos en que estaba así.
Pensando en lo que el médico le dijo, cerró los ojos y respiró hondo antes de salir de la habitación.
La clínica de reposo era más animada en la mañana, mucho más que en la noche. Los ancianos se levantaban temprano, incluso antes de que saliera el sol, y aunque solo estuvieran sentados en el jardín, era como si recibieran el nuevo día con los brazos abiertos.
Ella misma había vivido la experiencia de ver salir el sol y, por eso, entendía muy bien cómo se sentían esos ancianos.
Raina llegó al jardín y, como imaginaba, ya había varios ancianos sentados bajo la luz tenue de las lámparas.
Se acercó y saludó.
—Buenos días, señoras...
Justo cuando iba a decir algo, vio algo. Estaba tan cansada por no dormir que pensó que