Los cinco presentes giraron casi al unísono para ver quien había entrado. El joven se acercó con expresión seria, firme, y fue inmediatamente interceptado por Rowan.
—¡Ya cerramos! —dijo tajante, del otro lado de la barra.
—Lo imaginé —respondió el joven, levantando las manos—. Solo buscaba a Demian Hale, me han dicho que lo vieron esta noche en el Blue Heaven.
—Demian se fue hace más de una hora —intervino Aria, apareciendo detrás del joven.
Este la miró con un gesto que mezclaba curiosidad y ligera molestia.
—Entonces sí estuvo —titubeó.
—Sí, es un cliente habitual.
—Lo sé, me lo ha dicho su novia.
Aria sintió que un nudo se instalaba en su pecho, sus pensamientos se dispararon causando que su cuerpo se tensara. Se recargó con la palma derecha sobre el borde de la barra, como buscando algo que la persona sostuviera de la noticia, sin que Rowan se percatara de su reacción.
—Lamentamos no poder ayudarte —intervino Martina, su hermana, para salvaguardar la integridad de su hermana.
—D