—¡Sofía Valdés! ¡Detente ahora mismo!
Durante el receso, Sofía Valdés se levantó para ir al baño, pero no esperaba escuchar la voz de Alejandro detrás de ella.
—¿Señor Rivera? ¿Necesita algo?
Sofía Valdés se giró y le habló como si apenas lo conociera.
—Sofía Valdés, eres buena. La tierra que le interesaba mi familia, ¿la compras aunque tengas que perder el doble del dinero? ¿Qué pasa? ¿Quieres desafiarme a propósito o solo buscas llamar mi atención?
—Señor, ha entendido mal. Simplemente me gusta esa propiedad. No tiene nada que ver con usted.
Sofía hablaba con sinceridad, pero Alejandro no le creyó ni una sola palabra.
En ese momento, Mariana también llegó corriendo tras él.
—Señorita Valdés, hoy ha sido demasiado impulsiva. Esa tierra le va a hacer perder mucho dinero.
Luego, miró de reojo a Alejandro y agregó:
—Sé que el hecho de que Alejandro me trajera hoy la puso en una situación incómoda, y usted quiso enfrentarse a él. Pero no tenía por qué actuar así. Al final, las pérdidas qu