Sofía no le dio ni la más mínima oportunidad a Lola de rechazarla.
La tomó del brazo y se la llevó directamente, dejando atrás a todos los que miraban con curiosidad.
En cuanto las vieron irse, los murmullos no se hicieron esperar.
—¿Será que Sofía se puso celosa porque Lola anda muy cerca del señor Rivera?
—Seguro fue a reclamarle algo, ¿ya viste la cara con la que se la llevó?
—Ay, pero qué ridícula. ¿A poco cree que porque tiene el título de prometida tiene algún derecho? Todos sabemos que eso es puro adorno.
...
Al escuchar cómo hablaban mal de Sofía, Luna no pudo contenerse. Les lanzó una mirada fulminante.
—¿Qué están diciendo? ¿Por qué no lo repiten otra vez?
Todos callaron de inmediato. Sabían muy bien que Luna era hija del dueño del periódico universitario, y nadie quería buscarse problemas.
—Lo sentimos, Luna... sólo estábamos hablando al aire.
—Sí, sí, no fue con mala intención. No se lo tome personal.
—Escúchenme bien —soltó Luna, con un tono helado—: la próxima vez que alg