Punto de vista de Josefina
—¡Jorge! —grité, intentando forzar el enlace mental entre nosotros nuevamente, pero él continuó bloqueándome.
Di un paso más cerca de él, para acortar la gran distancia entre nosotros, no obstante, me rugió, fue una advertencia de no acercarme más.
Mi loba se adelantó en un movimiento defensivo, estaría lista si él realmente perdía el control, aunque no era alguien que lo haría, no era Javier. Sin embargo, no pude evitar pensar que algo lo estaba cambiando ante mis propios ojos, y no me detendría hasta descubrir qué era.
—Jorge. —lo llamé de nuevo, con una súplica en mi tono. Si tan solo hablara conmigo, si confiara en mí para mejorar las cosas y me diera una oportunidad para ayudarlo...
Sacudió la cabeza hacia mí, incluso a esta distancia estaba claro que necesitaba estar solo en ese momento, y yo sabía que era mejor no presionarlo esta noche.
Con suerte, estaría más calmado mañana, con suerte, sin alcohol en su sistema, podría pensar con más claridad.
La ir