Punto de vista de Lucas
Recibimos a los guerreros afuera, el líder asintió hacia mí cuando me paré al lado de Javier.
—¿Está bien la señorita Josi? —sus ojos estaban firmemente clavados en los míos.
—Está bien, no creo que él haya sido una amenaza real.
—Sí, creo que fue solo un caso de mala suerte. Los porteros dijeron que él entró con un grupo de mujeres cuando preguntamos por qué se le permitió entrar en primer lugar. Ya sea porque ellas cubrieran su olor o los ojos del portero estaban en otra parte.
Pensé que los ojos en otra parte habrían sido el problema, pero quizás ese Tomás sería más una amenaza si entró en el local de manera solapada.
—Iré a hablar con el Alfa Julio. ¿Dónde está ahora? —Héctor se puso de pie mientras recopilaba la información de sus guerreros. Para la familia Alfa, las cosas habían pasado de cero a cien millas por hora en solo unos segundos.
Pero había sido Josi la que estuvo en la línea de fuego, una vez más. Claro, nunca estuvo en verdadero peligro; ese ho