Punto de vista de Josefina
Seguí a mamá cuando se dirigió de nuevo hacia el sofá, doblando las piernas mientras encendía de nuevo el televisor. Sus ojos estaban fijos en la pantalla, pero sabía que no estaba viéndola, solo fingía que sí. Estaba perdida en sus pensamientos, en sus recuerdos.
—¿Mamá? —dije suavemente, intentando recuperar su atención mientras me sentaba a su lado, acariciando su brazo superior con delicadeza.
—¿Si? —no apartó los ojos del televisor, aparentemente demasiado inmersa en el anuncio de coches. Nunca la había visto así y comenzaba a asustarme. Nunca había tenido esa mirada perdida antes, como en trance. Siempre había estado completamente alerta, su mente plenamente presente.
—¿Quieres hablar de algo?
—¿Algo?
—¿De ese tal Tomás?
—No... ni siquiera quiero malgastar el aire de mis pulmones mencionando su nombre. —había un tono mordaz en sus palabras, desdén en su lengua.
—Pero... —empecé.
Sin embargo, me interrumpió, sus ojos eran salvajes mientras se giraba haci