Punto de vista de Lucas

—¿Adónde fuiste? —gruñó Javier, mirando su teléfono mientras su pregunta desviaba mi atención de la puerta.

—Uh, solo a un motel de mala muerte. Solo necesitaba reflexionar antes de finalizar el informe. —respondí, conteniendo el impulso de mi lobo de ir tras ella. Él tendría que esperar, incluso si le concedía ese tiempo con ella.

No podía confiar en él en ese momento, me había desconcertado por completo con su necesidad de estar cerca de ella. Pensaba que lo había reprimido durante los últimos tres días, pero una sola mirada a ella y podía sentirlo empujando contra mi control de nuevo. Bastardo calenturiento.

—¿El informe? —Javier levantó la vista de su teléfono, su rostro adoptó una expresión de sorpresa.

—Sí, me voy, Javier.

—¿Ya? ¿Por qué?

—Tengo que regresar y prepararme para la próxima llegada de reclutas. —Sabía que esto lo afectaría, aún tenía preocupaciones sobre el autocontrol de su lobo. Suponía que actuaba como su red de seguridad y estar aquí podía