Tampoco era inocente en esto, había sido una bruja con José, usándolo completamente para un solo propósito. Terminaría con él, pero necesitaba hacerlo en buenos términos, no podía causar tensión entre las dos manadas.
—¿A qué te refieres con complicado?
—Él es de la manada de mi mamá...
—Eres la hija de los Alfas, nadie tiene derecho a hablarte así.
Sí, en cualquier otra manada. Sí, en la mía también. Pero había pasado por alto el comportamiento de José por mi propia indulgencia.
—Es diferente conmigo...
—¿Diferente cómo? —inquirió él, tensando la mandíbula, y con los ojos cargados de ira en los míos.
Él no lo entendía, José sabía todo sobre mí, incluso si toda la Manada Aguasclaras no lo sabía, le creía cuando decía que le importaba. Que aún podría darme una buena vida.
Pero, ¿era eso lo que quería, una buena vida... probablemente una vida aburrida? ¿O quería sentir la plenitud de estar con otro hombre? La pasión y el dolor del amor, algo que Lucas sin duda podría ofrecerme... pues ya